lunes, 19 de noviembre de 2007

A S - S A B U R

Allah es el Más Paciente.
En todas las cosas El es, en perfecta medida y en perfecto tiempo. El es paciente, y El ama y ... está con los que son pacientes.
(Surah Anfal, v.46 -8:46- )
En Su creación así como en Sus acciones, en Su trato con Su creación, nada es más grande ni más chico, mejor o peor, más temprano ni más tardío, de lo que le ha sido predeterminado que sea. El no demora las cosas más allá de sus momentos prefijados ni deja de terminarlas, como lo haría un perezoso, ni tampoco se apresura y termina cosas con defectos, como un impaciente lo haría. Más bien El hace todas las cosas en su momento apropiado y de la manera justa en que han de ser hechas.
Allah no apura el castigo del pecador. El les envía su sustento, los protege de daños, y les permite vivir en salud y prosperidad, porque El ha fijado un momento determinado para cada cosa. Todo ha de seguir su curso. Su paciencia con los pecadores existe a fin de darles tiempo para ser cuidadosos, para tomar en cuenta sus errores y llegar al arrepentimiento. Allah es Misericordioso; Su Misericordia estriba en dar tiempo para el arrepentimiento, y en aceptar el arrepentimiento.
La paciencia está en la disposición divina de Allah; por ello los hombres pacientes reflejan esta dignificada disposición. Un hombre paciente es el que se niega cosas que su carne y su ego desean, pero que son inaceptables para la razón y la religión; él se aplica a cosas que son aceptables en la religión y para la razón, no importa que puedan ser odiosas para su ego, ya que él sabe cómo poner una brida al caballo salvaje de su carne y de su ego.
La paciencia es un muy alto rango para el creyente, porque los asuntos tanto de este mundo, como del Más Allá, son resueltos por ella. No hay éxito ni perfección, que puedan ser logrados fácilmente y sin sufrir. Este dolor es de la carne, que es impaciente por las cosas que desea, holgazana para trabajar por aquello que ansía, y que no conoce medida, anhelando siempre más de lo que necesita.
El Profeta (Que la Paz y las Bendiciones de Allah sean con él) dice,
"El Paraíso se encuentra rodeado por cosas que la carne no desea"
Allah promete infinitas recompensas para los que pueden ser pacientes con la turbulencia de los deseos de la carne y de sus egos. Existen aún más grandes recompensas para la paciencia que soporta los reveses de la fortuna, la pobreza, los accidentes, y las enfermedades, las que son inevitables y provienen de Allah. Sin duda, las calamidades provienen de Allah, pero las recompensas por ser pacientes y aceptarlas, las acompañan. Si se despliega paciencia, se reciben recompensas que sobrepasan sobradamente los dolores. Si se es impaciente, el infortunio es doble -primero la calamidad inicial y luego la más grande desgracia de haber perdido la recompensa.
El significado del Islam es la sumisión: la entrega de nuestros apetitos, deseos y voluntad en favor de la voluntad de Allah. Para poder someterse, uno ha de ser paciente. En el Islam, la paciencia es un signo de fé; la degradación y la humillación son pecados. No confunda la humillación causada por el temor y la pereza, con la paciencia y el tesón. El abandonar nuestra propiedad, nuestro honor, nuestra dignidad a un tirano puede conducirle a uno a abandonar su religión y su fe por temor, o a vender su alma por este mundo. El creyente que teme a Allah, no teme a nadie, y es uno a quien otros temen. Para él no está permitido rebajarse delante de nadie, excepto de Allah.
" 'Abd as-Sabur" es el bendecido servidor que ha perfeccionado el equilibrio y la moderación en sí mismo y en todo cuanto él hace, quien ni demora ni apura, sino que actúa en un momento determinado. El es paciente en su continua batalla con su ego y en la oposición a sus deseos y apetitos. El persevera en preservar las ordenanzas de Allah y en su adoración.
Oh Señor, por el amor de Tus bellos nombres,
y por el amor de aquellos
en quienes Tus nombres se han manifestado,
condúcenos en su sendero. Permítenos ver
Tus atributos en todos lados alrededor nuestro,
y pule el espejo de nuestros corazones
que quizás podamos ver Tu Belleza reflejada adentro.
`Amin bi hurmati sayyid al-mursalin.'

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