El es El Generoso. Su más grande generosidad es Su misericordia por medio de la cual El perdona, cuando El podría castigar. El cumple Sus promesas. El ha prometido retribuciones para las buenas acciones. En Su generosidad, Sus recompensas sobrepasan todas las expectaciones. El también promete castigo para el pecador. Ello se llama `al-wa'íd', la amenaza, de acuerdo con la cual todos quienes pecan han de esperar castigo. Y sin embargo, en Su divino juicio, El encuentra circunstancias atenuadoras, y en Su generosidad, perdona.
El es generoso para con quienes toman refugio en El. Usted no precisa buscar intermediarios para comparecer ante Su presencia. El conoce sus dificultades y sus apremios, aún antes que usted mismo las sepa. En Su generosidad El brinda ayuda, satisfaciendo sus necesidades aún antes de que usted lo pida.
Los generosos entre los hombres son aquellos que han recibido más de la munificencia de Allah que otros; ese don es la generosidad misma. Esas son las personas que no están satisfechas cuando no son capaces de dar o ayudar a otros.
Entre los hombres, aquellos que son desprendidos no siempre logran reconocimiento o agradecimiento; por el contrario, son importunados con crecientes demandas. Los peticionantes, lejanos y cercanos se acumulan alrededor de ellos. El que es generoso debiera sentir gratitud y saber que esto es un signo de que Allah ha aceptado los servicios de Su servidor, e incrementado su honor.
Uno no debiera cansarse ni enorgullecerse. Estos son los peligros. Para los que están en necesidad, son también riesgosos la desesperanza y el dudar de la generosidad de Allah. Asimismo para el pecador, no importa cuán enorme sea su pecado, el no confiar en la misericordia de Allah y de Su generosidad, es peligroso.
" 'Abd al-Karim" es un testigo de la infinita generosidad de Allah y actúa de acuerdo a ella. El es capaz de apreciar la munificencia de Allah en su íntegra dimensión, por ser consciente de que nada de lo que nos es dado, es nuestro. Quienquiera que recibe los dones de Allah, es indigno y ciertamente no los merece, pero como Allah esconde nuestras faltas y debilidades, de igual manera 'Abd al-Karim ignora y deja pasar nuestros errores y flaquezas para ocultarlas de los demás. Así como Allah perdona nuestra ingratitud, él también lo hace. Allah dice en la Surah Infitar, v.6-7 (82:6-7):
"Oh hombre, ¨qué te seduce para que te apartes de tu Señor el Generoso, que te creó, que luego te completó y que entonces te colocó en el mejor de los rangos?"
Se dice que cuando Hz.'Umar (Quiera Allah estar complacido con él) escuchó estos versículos, contestó la pregunta de Allah diciendo: "Es tu generosidad misma, Oh mi Señor". Hz.Muhyiddin ibn al-'Arabi dice que este comentario de Hz.'Umar tiene como propósito el atraer la atención de otros sobre su propia y mancillada condición. Comparados con las inmedibles munificencias de Allah el Generoso, los pecados y las rebeliones del servidor se tornan mínimos y baladíes. El servidor en quien El manifesta Su gracia no conoce límites a sus dádivas ni encuentra faltas en la ingratitud de aquellos que las aceptan.
El es generoso para con quienes toman refugio en El. Usted no precisa buscar intermediarios para comparecer ante Su presencia. El conoce sus dificultades y sus apremios, aún antes que usted mismo las sepa. En Su generosidad El brinda ayuda, satisfaciendo sus necesidades aún antes de que usted lo pida.
Los generosos entre los hombres son aquellos que han recibido más de la munificencia de Allah que otros; ese don es la generosidad misma. Esas son las personas que no están satisfechas cuando no son capaces de dar o ayudar a otros.
Entre los hombres, aquellos que son desprendidos no siempre logran reconocimiento o agradecimiento; por el contrario, son importunados con crecientes demandas. Los peticionantes, lejanos y cercanos se acumulan alrededor de ellos. El que es generoso debiera sentir gratitud y saber que esto es un signo de que Allah ha aceptado los servicios de Su servidor, e incrementado su honor.
Uno no debiera cansarse ni enorgullecerse. Estos son los peligros. Para los que están en necesidad, son también riesgosos la desesperanza y el dudar de la generosidad de Allah. Asimismo para el pecador, no importa cuán enorme sea su pecado, el no confiar en la misericordia de Allah y de Su generosidad, es peligroso.
" 'Abd al-Karim" es un testigo de la infinita generosidad de Allah y actúa de acuerdo a ella. El es capaz de apreciar la munificencia de Allah en su íntegra dimensión, por ser consciente de que nada de lo que nos es dado, es nuestro. Quienquiera que recibe los dones de Allah, es indigno y ciertamente no los merece, pero como Allah esconde nuestras faltas y debilidades, de igual manera 'Abd al-Karim ignora y deja pasar nuestros errores y flaquezas para ocultarlas de los demás. Así como Allah perdona nuestra ingratitud, él también lo hace. Allah dice en la Surah Infitar, v.6-7 (82:6-7):
"Oh hombre, ¨qué te seduce para que te apartes de tu Señor el Generoso, que te creó, que luego te completó y que entonces te colocó en el mejor de los rangos?"
Se dice que cuando Hz.'Umar (Quiera Allah estar complacido con él) escuchó estos versículos, contestó la pregunta de Allah diciendo: "Es tu generosidad misma, Oh mi Señor". Hz.Muhyiddin ibn al-'Arabi dice que este comentario de Hz.'Umar tiene como propósito el atraer la atención de otros sobre su propia y mancillada condición. Comparados con las inmedibles munificencias de Allah el Generoso, los pecados y las rebeliones del servidor se tornan mínimos y baladíes. El servidor en quien El manifesta Su gracia no conoce límites a sus dádivas ni encuentra faltas en la ingratitud de aquellos que las aceptan.
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