Alla es el creador de lo dañoso y de lo malo así como El es el creador de lo bueno y de lo beneficioso.
El atributo de `ad-Darr', el Creador del Mal, es generalmente concebido junto con el atributo de `an-Nafi`', el Creador del Bien.
Ninguno de los dos nombres aparece en el Corán. Pertenecen a los atributos de Allah bajo la autoridad del Profeta (Que la Paz y las Bendiciones de Allah sean con él).
Algunas veces los dos atributos son inseparables. Lo que es veneno para uno es medicina para otro. Lo dulce para uno es amargo para otro. Pensamos que el alimento nutre por sí mismo y que el veneno mata por sí mismo. Creemos que el responsable del bien o del mal es un hombre, o un ángel, o el Diablo, mientras que todo cuanto ocurre es por la voluntad del Poder Eterno. No obstante que Allah ha creado el mal así como el bien, El también nos ha enseñado a optar por el bien y a escapar del mal. El nos ha dado el poder de la discriminación, nos entregó una voluntad, y libertad para elegir. De toda la creación, solamente el hombre posee voluntad. Por medio de ella, Allah ha separado a la humanidad en dos porciones: los buenos haciendo el bien y siendo conducidos hacia él, y los malos haciendo el mal y siendo conducidos hacia el mal. Esto -con conocimiento, con su voluntad- lo hacen los hombres mismos.
Allah El Más Elevado es `Halim', gentil, y El es `Sabúr', paciente.
El no destruye a los que han optado por el mal. El sigue alimentándoles, permitiéndoles disponer de tiempo, de modo que tengan la posibilidad de cambiar, lo que algunas veces hacen: los buenos para empeorar o los malos para mejorar. Todo ello es una prueba. El examen final es en el momento que uno inhala su última respiración. Sin duda, si una pared está fisurada e inclinada hacia la derecha, a medida que el tiempo pase, se torcerá más y finalmente colapsará sobre ese costado. Pero, raramente, justo cuando la pared estaba por caer hacia el flanco sobre el que se ladeaba, ocurre una cosa inusual. Un huracán, un terremoto, o bien enderezará la pared o hará que se derrumbe hacia el otro lado. De igual manera los que se rebelan, los que no creen, que se convierten en juguetes en las manos de sus egos y en las garras del Diablo, un día pueden sentir los dolores del temor de Allah y tomar el recto sendero. O pueden aparentar que son como los que siguen el recto sendero -devotos, compasivos, y generosos; pero comenzar a complacerse consigo mismos, hacerse arrogantes, pensar que son mejores que otros- y resultar rechazados de la misericordia de Allah como lo fué el arrogante Diablo.
Sin duda el sufrimiento por que pasamos, los perjuicios que nos vienen, son solamente nuestra propia culpa. No obstante que Allah creó el mal y nos ordenó evitarlo, y nos lo prohibió, corremos detrás de las cosas que se encuentran vedadas. Esta es la prueba. Pensamos que el Diablo es una horrible criatura. Pero muestra su fealdad únicamente a los que lo detectan. Cuando viene a tentar, aún a los santos, como apareció a Jesús Cristo (Quiera Allah bendecirle), se presenta adoptando las formas de una hermosa mujer.
Allah ha manifestado Su atributo de Creador de lo Dañoso en el Diablo y en los que le siguen; El creó el Fuego del Infierno para ellos. No obstante que Allah creó el mal, la causa de que llegue, es solamente usted mismo. Si le toca la bancarrota es a través de su deshonestidad o ambición desmedida, o incapacidad. Si le arriba una enfermedad, por lo general es debido a su descuido o su negligencia de su cuerpo. A pesar que Allah ha creado el mal, el que lo desea, trabaja por él y finalmente lo obtiene, es el servidor mismo. Algunos obran como advertencias para los demás, otros aprenden de sus propias lecciones. Prácticamente no existe nadie que no haya resbalado dentro del pecado alguna u otra vez; el que sufre por ello es el que se educa en sus propios errores, ya que ese constituye el mejor de los arrepentimientos.
No obstante, algunas veces Allah El Más Elevado coloca un velo de dolor y sufrimiento sobre los que El ama y los que Lo aman, para ocultarlos de los ojos de otros.
Esta es una bendición de Allah otorgada por medio del padecimiento. Allah usa las dificultades y el dolor como medios para instruír a Sus servidores. Si no existiese nada negativo, perturbador o doloroso en el mundo, y si los hombres no fuesen afligidos por estas cosas, ¨cómo podrían haber ganado condiciones tan benéficas como la paciencia, la perseverancia, el coraje, y la constancia?
Cuando uno se encuentra afligido con el sufrimiento, el temor, la enfermedad, o la pobreza, sepa que no existe otro sino Allah que pueda disiparlos. Cuando uno se halla bendecido con la felicidad, la salud, el éxito y riquezas, nuevamente solamente El puede sostenerlos. Por ello, ya sea en salud o enfermedad, en alegría o tristeza, usted está destinado a someterse y tornar unicamente a El, porque tanto lo bueno como lo malo provienen de la misma fuente. Ambos son verdaderos y justos.
No obstante esto no significa que uno ha de abandonarlo todo en las manos de Allah. Se deben buscar las causas creadas por nosotros, o por otros e intentar colocar las cosas en su lugar de un modo legítimo. Hacerlo no implica falta de fé en el Creador del bien y del mal. Constituye la mejor forma de adoración bajo las circunstancias.
" 'Abd ad-Darr " es un testigo del Unico que ejecuta lo que El desea realizar cuando es Su voluntad hacerlo. El recibe la enseñanza del misterio del secreto de la unidad de todo cuanto ocurre. El sabe que el mal así como el bien provienen de Allah y que tanto lo malo como lo bueno han de ser bienvenidos.
El atributo de `ad-Darr', el Creador del Mal, es generalmente concebido junto con el atributo de `an-Nafi`', el Creador del Bien.
Ninguno de los dos nombres aparece en el Corán. Pertenecen a los atributos de Allah bajo la autoridad del Profeta (Que la Paz y las Bendiciones de Allah sean con él).
Algunas veces los dos atributos son inseparables. Lo que es veneno para uno es medicina para otro. Lo dulce para uno es amargo para otro. Pensamos que el alimento nutre por sí mismo y que el veneno mata por sí mismo. Creemos que el responsable del bien o del mal es un hombre, o un ángel, o el Diablo, mientras que todo cuanto ocurre es por la voluntad del Poder Eterno. No obstante que Allah ha creado el mal así como el bien, El también nos ha enseñado a optar por el bien y a escapar del mal. El nos ha dado el poder de la discriminación, nos entregó una voluntad, y libertad para elegir. De toda la creación, solamente el hombre posee voluntad. Por medio de ella, Allah ha separado a la humanidad en dos porciones: los buenos haciendo el bien y siendo conducidos hacia él, y los malos haciendo el mal y siendo conducidos hacia el mal. Esto -con conocimiento, con su voluntad- lo hacen los hombres mismos.
Allah El Más Elevado es `Halim', gentil, y El es `Sabúr', paciente.
El no destruye a los que han optado por el mal. El sigue alimentándoles, permitiéndoles disponer de tiempo, de modo que tengan la posibilidad de cambiar, lo que algunas veces hacen: los buenos para empeorar o los malos para mejorar. Todo ello es una prueba. El examen final es en el momento que uno inhala su última respiración. Sin duda, si una pared está fisurada e inclinada hacia la derecha, a medida que el tiempo pase, se torcerá más y finalmente colapsará sobre ese costado. Pero, raramente, justo cuando la pared estaba por caer hacia el flanco sobre el que se ladeaba, ocurre una cosa inusual. Un huracán, un terremoto, o bien enderezará la pared o hará que se derrumbe hacia el otro lado. De igual manera los que se rebelan, los que no creen, que se convierten en juguetes en las manos de sus egos y en las garras del Diablo, un día pueden sentir los dolores del temor de Allah y tomar el recto sendero. O pueden aparentar que son como los que siguen el recto sendero -devotos, compasivos, y generosos; pero comenzar a complacerse consigo mismos, hacerse arrogantes, pensar que son mejores que otros- y resultar rechazados de la misericordia de Allah como lo fué el arrogante Diablo.
Sin duda el sufrimiento por que pasamos, los perjuicios que nos vienen, son solamente nuestra propia culpa. No obstante que Allah creó el mal y nos ordenó evitarlo, y nos lo prohibió, corremos detrás de las cosas que se encuentran vedadas. Esta es la prueba. Pensamos que el Diablo es una horrible criatura. Pero muestra su fealdad únicamente a los que lo detectan. Cuando viene a tentar, aún a los santos, como apareció a Jesús Cristo (Quiera Allah bendecirle), se presenta adoptando las formas de una hermosa mujer.
Allah ha manifestado Su atributo de Creador de lo Dañoso en el Diablo y en los que le siguen; El creó el Fuego del Infierno para ellos. No obstante que Allah creó el mal, la causa de que llegue, es solamente usted mismo. Si le toca la bancarrota es a través de su deshonestidad o ambición desmedida, o incapacidad. Si le arriba una enfermedad, por lo general es debido a su descuido o su negligencia de su cuerpo. A pesar que Allah ha creado el mal, el que lo desea, trabaja por él y finalmente lo obtiene, es el servidor mismo. Algunos obran como advertencias para los demás, otros aprenden de sus propias lecciones. Prácticamente no existe nadie que no haya resbalado dentro del pecado alguna u otra vez; el que sufre por ello es el que se educa en sus propios errores, ya que ese constituye el mejor de los arrepentimientos.
No obstante, algunas veces Allah El Más Elevado coloca un velo de dolor y sufrimiento sobre los que El ama y los que Lo aman, para ocultarlos de los ojos de otros.
Esta es una bendición de Allah otorgada por medio del padecimiento. Allah usa las dificultades y el dolor como medios para instruír a Sus servidores. Si no existiese nada negativo, perturbador o doloroso en el mundo, y si los hombres no fuesen afligidos por estas cosas, ¨cómo podrían haber ganado condiciones tan benéficas como la paciencia, la perseverancia, el coraje, y la constancia?
Cuando uno se encuentra afligido con el sufrimiento, el temor, la enfermedad, o la pobreza, sepa que no existe otro sino Allah que pueda disiparlos. Cuando uno se halla bendecido con la felicidad, la salud, el éxito y riquezas, nuevamente solamente El puede sostenerlos. Por ello, ya sea en salud o enfermedad, en alegría o tristeza, usted está destinado a someterse y tornar unicamente a El, porque tanto lo bueno como lo malo provienen de la misma fuente. Ambos son verdaderos y justos.
No obstante esto no significa que uno ha de abandonarlo todo en las manos de Allah. Se deben buscar las causas creadas por nosotros, o por otros e intentar colocar las cosas en su lugar de un modo legítimo. Hacerlo no implica falta de fé en el Creador del bien y del mal. Constituye la mejor forma de adoración bajo las circunstancias.
" 'Abd ad-Darr " es un testigo del Unico que ejecuta lo que El desea realizar cuando es Su voluntad hacerlo. El recibe la enseñanza del misterio del secreto de la unidad de todo cuanto ocurre. El sabe que el mal así como el bien provienen de Allah y que tanto lo malo como lo bueno han de ser bienvenidos.
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