Allah es aquel que actúa y distribuye en justicia y equidad.
Cuán armoniosa y equilibrada es la creación: todas las bellezas en el cielo y la tierra -montañas, mares, puestas de sol, flores- y también ojos para contemplar. Si no hubiese nadie para ver, ¨acaso la creación de todas estas hermosuras tendría sentido? Si la tierra estuviese más cercana al sol, todos nosotros sobre su faz seríamos quemados hasta convertirnos en cenizas. Si estuviera ms lejana, nos hubiéramos congelado. Cuán correcto es su lugar. Si el oxígeno en el aire hubiese sido más, o menos, nos habría dañado. Allah el Equitativo otorga riquezas a algunos y pobreza a otros. El confiere poder a algunos, debilidades a otros, valor a algunos, temores a otros. El da aquello que El da, a los indicados, no obstante que algunos lo utilicen de una forma y otros de direrente manera, haciéndonos dudar.
Nosotros no sabemos aquello que El conoce, porque solamente podemos registrar lo que se encuentra delante nuestro, mientras que el ve y sabe la totalidad.
Cuando observamos leyes, orden y armonía en una institución, en una ciudad, en un país, los atribuímos a la existencia de un líder justo e inteligente. Si pudiésemos contemplar el orden cósmico en nosotros mismos, que somos microcosmos, veríamos la prueba de Allah, el Equitativo.
Allah trata a Sus servidores con equidad. Ni una sola acción meritoria pasa sin ser notada. Cada una recibe su recompensa. Desaciertos, errores, injusticias, son corregidos.
Cuando los hombres se tiranizan entre sí, El toma del déspota y da al oprimido.
Y sin embargo, al hacerlo, El imparte contentamiento a ambos. Solamente Allah puede hacer esto.
Se ha transmitido en un hadiz que el Profeta (Que la Paz y las Bendiciones de Allah sean con él), sonrió. Hz.'Umar (Quiera Allah ser complacido con él) preguntó, "Qué es lo que te divierte, Oh Mensajero de Allah?"
El Mensajero de Allah contestó, "Veo dos hombres de entre mi gente que están delante de Allah El Más Elevado. Uno dice, “Oh Señor, quita a este hombre aquello que es mío por derecho!”. Allah El Más Elevado dice al otro hombre, “Entrega a tu hermano aquello que le pertenece”. El usurpador responde, `Oh Señor, no tengo buenas acciones con las cuales pagar a este hombre.' Allah se vuelve al damnificado y le dice, "Qué debo hacer a tu hermano? El no dispone ya de nada para darte.' El damnificado dice, `Oh Señor, permite que él tome algunos de mis pecados.' "
Con lágrimas en sus ojos, el Mensajero de Allah dijo, "Ese es el Día del Juicio Final; esa es la jornada cuando cada hombre deseará que sus culpas pesen en la cuenta de otros".
Luego continuó a relatar: "Después que el damnificado ha rogado que el usurpador se haga cargo de algunos de sus propias faltas, Allah le pide que levante su cabeza y contemple el Paraíso. El dice, `Oh mi Señor, veo ciudades de plata y palacios de oro, tachonados de perlas. ¨Para qué profeta, qué santo, qué mártir, son estos palacios?' Allah él Más Elevado, dice, `Son para aquellos que pueden pagar su precio”. El damnificado dice, `Quién podría llegar a solventar su valor?' Allah dice, `Quizás tú puedas.' El hombre dice, `¨Cómo, Oh mi Señor? Yo nada poseo. ¨Qué podría hacer para ganar el precio del Paraíso?'
Allah al-Muqsit dice, `Mediante otorgar el perdón a tu hermano, a través del abandono de tu reclamo de lo que él te había sacado'.
El damnificado dice, `Yo le perdono, mi Señor. Ya no deseo mi derecho”' Allah el Más Misericordioso, el Más Generoso, dice, `Entonces toma la mano de tu hermano y entren ambos en Mi Paraíso.' " Luego el Mensajero de Allah dijo, "Temed a Allah y temed haceros daño el uno al otro, y haced la paz entre vosotros, ya que Allah El Más Elevado hará la paz entre los creyentes en el Día del Juicio Final."
" 'Abd al-Muqsit " es el que posee el perfecto sentido de la medida, el que ve las cosas con rectitud y el que la demanda. Por sobre todo, él se exige imparcialidad a sí mismo. El no reclama justicia de otro para sí mismo, sin embargo él la busca para otro, de aquél que ha obrado con arbitrariedad. El ampara al que há de ser protegido. El ayuda al que debe ser asistido. El eleva a las alturas a los que merecen ser encumbrados. El Profeta (Que la Paz y las Bendiciones de Allah sean con él) dice, "Los justos estarán de pie en púlpitos de luz divina en el Paraíso."
Cuán armoniosa y equilibrada es la creación: todas las bellezas en el cielo y la tierra -montañas, mares, puestas de sol, flores- y también ojos para contemplar. Si no hubiese nadie para ver, ¨acaso la creación de todas estas hermosuras tendría sentido? Si la tierra estuviese más cercana al sol, todos nosotros sobre su faz seríamos quemados hasta convertirnos en cenizas. Si estuviera ms lejana, nos hubiéramos congelado. Cuán correcto es su lugar. Si el oxígeno en el aire hubiese sido más, o menos, nos habría dañado. Allah el Equitativo otorga riquezas a algunos y pobreza a otros. El confiere poder a algunos, debilidades a otros, valor a algunos, temores a otros. El da aquello que El da, a los indicados, no obstante que algunos lo utilicen de una forma y otros de direrente manera, haciéndonos dudar.
Nosotros no sabemos aquello que El conoce, porque solamente podemos registrar lo que se encuentra delante nuestro, mientras que el ve y sabe la totalidad.
Cuando observamos leyes, orden y armonía en una institución, en una ciudad, en un país, los atribuímos a la existencia de un líder justo e inteligente. Si pudiésemos contemplar el orden cósmico en nosotros mismos, que somos microcosmos, veríamos la prueba de Allah, el Equitativo.
Allah trata a Sus servidores con equidad. Ni una sola acción meritoria pasa sin ser notada. Cada una recibe su recompensa. Desaciertos, errores, injusticias, son corregidos.
Cuando los hombres se tiranizan entre sí, El toma del déspota y da al oprimido.
Y sin embargo, al hacerlo, El imparte contentamiento a ambos. Solamente Allah puede hacer esto.
Se ha transmitido en un hadiz que el Profeta (Que la Paz y las Bendiciones de Allah sean con él), sonrió. Hz.'Umar (Quiera Allah ser complacido con él) preguntó, "Qué es lo que te divierte, Oh Mensajero de Allah?"
El Mensajero de Allah contestó, "Veo dos hombres de entre mi gente que están delante de Allah El Más Elevado. Uno dice, “Oh Señor, quita a este hombre aquello que es mío por derecho!”. Allah El Más Elevado dice al otro hombre, “Entrega a tu hermano aquello que le pertenece”. El usurpador responde, `Oh Señor, no tengo buenas acciones con las cuales pagar a este hombre.' Allah se vuelve al damnificado y le dice, "Qué debo hacer a tu hermano? El no dispone ya de nada para darte.' El damnificado dice, `Oh Señor, permite que él tome algunos de mis pecados.' "
Con lágrimas en sus ojos, el Mensajero de Allah dijo, "Ese es el Día del Juicio Final; esa es la jornada cuando cada hombre deseará que sus culpas pesen en la cuenta de otros".
Luego continuó a relatar: "Después que el damnificado ha rogado que el usurpador se haga cargo de algunos de sus propias faltas, Allah le pide que levante su cabeza y contemple el Paraíso. El dice, `Oh mi Señor, veo ciudades de plata y palacios de oro, tachonados de perlas. ¨Para qué profeta, qué santo, qué mártir, son estos palacios?' Allah él Más Elevado, dice, `Son para aquellos que pueden pagar su precio”. El damnificado dice, `Quién podría llegar a solventar su valor?' Allah dice, `Quizás tú puedas.' El hombre dice, `¨Cómo, Oh mi Señor? Yo nada poseo. ¨Qué podría hacer para ganar el precio del Paraíso?'
Allah al-Muqsit dice, `Mediante otorgar el perdón a tu hermano, a través del abandono de tu reclamo de lo que él te había sacado'.
El damnificado dice, `Yo le perdono, mi Señor. Ya no deseo mi derecho”' Allah el Más Misericordioso, el Más Generoso, dice, `Entonces toma la mano de tu hermano y entren ambos en Mi Paraíso.' " Luego el Mensajero de Allah dijo, "Temed a Allah y temed haceros daño el uno al otro, y haced la paz entre vosotros, ya que Allah El Más Elevado hará la paz entre los creyentes en el Día del Juicio Final."
" 'Abd al-Muqsit " es el que posee el perfecto sentido de la medida, el que ve las cosas con rectitud y el que la demanda. Por sobre todo, él se exige imparcialidad a sí mismo. El no reclama justicia de otro para sí mismo, sin embargo él la busca para otro, de aquél que ha obrado con arbitrariedad. El ampara al que há de ser protegido. El ayuda al que debe ser asistido. El eleva a las alturas a los que merecen ser encumbrados. El Profeta (Que la Paz y las Bendiciones de Allah sean con él) dice, "Los justos estarán de pie en púlpitos de luz divina en el Paraíso."
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