Allah es el Opulento que es auto-suficiente.
Su esencia y atributos no guardan relación con ninguna otra cosa.
Alguien cuya vida y perfección dependen de otro, precisa ganarse esa existencia. Solamente Allah no necesita, ni tampoco precisa ganar. Sus riquezas son independientes de otros, y sin embargo todo lo demás es dependiente de El.
Allah dice en la Surah Muhammad, v.38 (47:38):
... Allah es Auto-Suficiente y ustedes son necesitados.
Algunos hombres que se ven a sí mismos como superiores al resto de la creación, caen dentro del lastimoso estado de la arrogancia y vanidad. No son capaces de ver y estar agradecidos por el honor de haber sido creados como la creación suprema y por ello recibirá la función de `khalifah' -regente- en el universo.
La verdadera supremacía del hombre depende de sentir gratitud y ser humilde, sirviendo a los servidores de Allah y a lo que Allah haya colocado a su cargo. Los arrogantes, por el contrario, empujan sus vanidades hasta el punto de negar a su Creador, su Señor. En su orgullo, no pueden aceptar el ser servidores de Allah. No obstante ello no ven nada malo en ser esclavos el uno del otro!
No pueden darse cuenta que aún para vivir precisan el aire de Allah, el agua, y la nutrición; como alimento para sus almas, necesitan adoración. De hecho, en toda la creación, no existe nadie cuyas indigencias sean más grandes que las del hombre. No hay otro sino Allah que sea lo suficientemente rico como para satisfacer todas estas necesidades. Si Allah ha enviado Sus libros y Sus profetas, y establecido religiones para enseñar a los hombres qué hacer y qué no hacer, no es por Su requerimiento, es por el de los hombres:
para permitirles existir en este mundo y en el Más Allá tal y como fueron destinados a hacerlo. Aún los hombres de ciencia, sociólogos by economistas de hoy en día afirman que las prescripciones, cánones y leyes religiosas de Allah conducen a los hombres a la mejor existencia, física, moral y económica. Sin duda, todo cuanto Allah ha creado y ordenado es beneficioso.
El ser un servidor de Allah es el más alto nivel al cual un ser humano puede aspirar. Cuando nosotros alabamos a nuestro Profeta, el Amado de Allah (Que la Paz y las Bendiciones de Allah sean con él), decimos `abduhu wa rasuluhu'- Su servidor y Su mensajero. El buen servidor de Allah sabe que Allah no necesita un servidor, ni tampoco El precisa ser servido. A El no le es menester nada. El igualmente entiende que su propio deber es el servir a los servidores de Allah y a Su creación, incluyéndose el mismo. No obstante que en realidad a Allah no le son indispensables servidores para secundar a Sus servidores -ya que como Saciador de las necesidades, El Mismo les sirve- El honra a quienquiera que El elige para aparecer como medio, a manera de herramienta de Su servicio para Sus servidores.
En realidad, el buen servidor se sirve solamente a sí mismo al servir a Allah. Porque obtiene el más grande de los dones, al acercarse a Allah, al conocerLo, al encontrarLo, y al ser con El.
Servicio y fidelidad (la cualidad de ser un `mu'min') se convierten en un común denominador, un nombre y atributo compartidos, y de esta forma el único medio para que el servidor conozca a su Señor. Cuando Allah se dirige a nosotros en Su Corán como "Oh vosotros que creéis," o "Oh tú el creyente," El nos llama con Sus propios atributos, con Su propio nombre, `al-Mu'min', uno de Sus 99 bellos nombres.
La fé es un tesoro de los riquezas de Allah. El fiel es el más rico entre los hombres, porque sabe que no necesita nada de nadie más, excepto de Allah, el único y verdadero Opulento.
" 'Abd al-Ghani" es el rico que es provisto con la satisfacción de todas sus necesidades sin tener que pedir a Allah. El cumple con todos sus deberes de servidumbre, no a fin de recibir beneficios de Allah, sino solamente porque ellos han sido ordenados por Allah.
Su esencia y atributos no guardan relación con ninguna otra cosa.
Alguien cuya vida y perfección dependen de otro, precisa ganarse esa existencia. Solamente Allah no necesita, ni tampoco precisa ganar. Sus riquezas son independientes de otros, y sin embargo todo lo demás es dependiente de El.
Allah dice en la Surah Muhammad, v.38 (47:38):
... Allah es Auto-Suficiente y ustedes son necesitados.
Algunos hombres que se ven a sí mismos como superiores al resto de la creación, caen dentro del lastimoso estado de la arrogancia y vanidad. No son capaces de ver y estar agradecidos por el honor de haber sido creados como la creación suprema y por ello recibirá la función de `khalifah' -regente- en el universo.
La verdadera supremacía del hombre depende de sentir gratitud y ser humilde, sirviendo a los servidores de Allah y a lo que Allah haya colocado a su cargo. Los arrogantes, por el contrario, empujan sus vanidades hasta el punto de negar a su Creador, su Señor. En su orgullo, no pueden aceptar el ser servidores de Allah. No obstante ello no ven nada malo en ser esclavos el uno del otro!
No pueden darse cuenta que aún para vivir precisan el aire de Allah, el agua, y la nutrición; como alimento para sus almas, necesitan adoración. De hecho, en toda la creación, no existe nadie cuyas indigencias sean más grandes que las del hombre. No hay otro sino Allah que sea lo suficientemente rico como para satisfacer todas estas necesidades. Si Allah ha enviado Sus libros y Sus profetas, y establecido religiones para enseñar a los hombres qué hacer y qué no hacer, no es por Su requerimiento, es por el de los hombres:
para permitirles existir en este mundo y en el Más Allá tal y como fueron destinados a hacerlo. Aún los hombres de ciencia, sociólogos by economistas de hoy en día afirman que las prescripciones, cánones y leyes religiosas de Allah conducen a los hombres a la mejor existencia, física, moral y económica. Sin duda, todo cuanto Allah ha creado y ordenado es beneficioso.
El ser un servidor de Allah es el más alto nivel al cual un ser humano puede aspirar. Cuando nosotros alabamos a nuestro Profeta, el Amado de Allah (Que la Paz y las Bendiciones de Allah sean con él), decimos `abduhu wa rasuluhu'- Su servidor y Su mensajero. El buen servidor de Allah sabe que Allah no necesita un servidor, ni tampoco El precisa ser servido. A El no le es menester nada. El igualmente entiende que su propio deber es el servir a los servidores de Allah y a Su creación, incluyéndose el mismo. No obstante que en realidad a Allah no le son indispensables servidores para secundar a Sus servidores -ya que como Saciador de las necesidades, El Mismo les sirve- El honra a quienquiera que El elige para aparecer como medio, a manera de herramienta de Su servicio para Sus servidores.
En realidad, el buen servidor se sirve solamente a sí mismo al servir a Allah. Porque obtiene el más grande de los dones, al acercarse a Allah, al conocerLo, al encontrarLo, y al ser con El.
Servicio y fidelidad (la cualidad de ser un `mu'min') se convierten en un común denominador, un nombre y atributo compartidos, y de esta forma el único medio para que el servidor conozca a su Señor. Cuando Allah se dirige a nosotros en Su Corán como "Oh vosotros que creéis," o "Oh tú el creyente," El nos llama con Sus propios atributos, con Su propio nombre, `al-Mu'min', uno de Sus 99 bellos nombres.
La fé es un tesoro de los riquezas de Allah. El fiel es el más rico entre los hombres, porque sabe que no necesita nada de nadie más, excepto de Allah, el único y verdadero Opulento.
" 'Abd al-Ghani" es el rico que es provisto con la satisfacción de todas sus necesidades sin tener que pedir a Allah. El cumple con todos sus deberes de servidumbre, no a fin de recibir beneficios de Allah, sino solamente porque ellos han sido ordenados por Allah.
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