El es aquél que Todo lo Ve.
El ve todo lo que ha ocurrido, todo lo que es y todo lo que será hasta el fin del tiempo - desde el momento cuando El indujo el mar de
la no-existencia en “alam al-lahut” hasta el Día del Juicio y el Juicio Final. El ha dado asimismo a Sus criaturas la capacidad de contemplar Su creación. Algunas de Sus criaturas ven formas y colores y movimientos mejor que los hombres, pero El ha otorgado al hombre un ojo del corazón, para ver más profundamente que el registro de la visión normal -un ojo interno que ve al hombre interno.
Ese ojo se llama “basírah”. No obstante que nosotros no podemos ver a Allah - únicamente El puede verse a Sí mismo - con el “basírah” somos capaces de vernos a nosotros mismos. Al hacerlo así, sabremos que a pesar que no lo podemos ver a El, El nos está mirando a nosotros, viendo no solamente lo que está en nuestro exterior, sino también lo que está en nuestras mentes y en nuestros corazones. Aquél que se vé a sí mismo y se conoce a sí mismo, sabe que Allah lo vé.
Cuando usted se encuentra delante de alguien a quien respeta y teme, se comporta apropiadamente, con buena conducta; se para con respeto; vigila lo que hace y lo que dice. Sin embargo esa persona solamente puede ver su exterior; su respeto y temor dependen únicamente de su interés temporal mundano y de su cuidado. El que le ha creado a usted y a los anteriores, el que verdaderamente controla su vida, le sostiene, le ama, le protege, tiene misericordia de usted, está a su lado noche y día, aquél de quien su vida depende por la eternidad en el Más Allá - El está más cerca suyo que su vena yugular. El le ha dicho con toda claridad a travé de Sus profetas y en Sus sagrados libros, lo que El desea que haga, cómo El desea que sea su conducta, hasta el más mínimo detalle. Sin embargo delante de Sus ojos, no vacila en ejecutar los más vergonzosos y desconsiderados actos, sin respeto ni temor.
¿Es porque usted no lo vé a El, que cree que Allah al-Basir no lo puede ver?
El ve todo lo que ha ocurrido, todo lo que es y todo lo que será hasta el fin del tiempo - desde el momento cuando El indujo el mar de
la no-existencia en “alam al-lahut” hasta el Día del Juicio y el Juicio Final. El ha dado asimismo a Sus criaturas la capacidad de contemplar Su creación. Algunas de Sus criaturas ven formas y colores y movimientos mejor que los hombres, pero El ha otorgado al hombre un ojo del corazón, para ver más profundamente que el registro de la visión normal -un ojo interno que ve al hombre interno.
Ese ojo se llama “basírah”. No obstante que nosotros no podemos ver a Allah - únicamente El puede verse a Sí mismo - con el “basírah” somos capaces de vernos a nosotros mismos. Al hacerlo así, sabremos que a pesar que no lo podemos ver a El, El nos está mirando a nosotros, viendo no solamente lo que está en nuestro exterior, sino también lo que está en nuestras mentes y en nuestros corazones. Aquél que se vé a sí mismo y se conoce a sí mismo, sabe que Allah lo vé.
Cuando usted se encuentra delante de alguien a quien respeta y teme, se comporta apropiadamente, con buena conducta; se para con respeto; vigila lo que hace y lo que dice. Sin embargo esa persona solamente puede ver su exterior; su respeto y temor dependen únicamente de su interés temporal mundano y de su cuidado. El que le ha creado a usted y a los anteriores, el que verdaderamente controla su vida, le sostiene, le ama, le protege, tiene misericordia de usted, está a su lado noche y día, aquél de quien su vida depende por la eternidad en el Más Allá - El está más cerca suyo que su vena yugular. El le ha dicho con toda claridad a travé de Sus profetas y en Sus sagrados libros, lo que El desea que haga, cómo El desea que sea su conducta, hasta el más mínimo detalle. Sin embargo delante de Sus ojos, no vacila en ejecutar los más vergonzosos y desconsiderados actos, sin respeto ni temor.
¿Es porque usted no lo vé a El, que cree que Allah al-Basir no lo puede ver?
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