Allah adelanta a quien El lo dispone.
Allah promueve a los elegidos entre Sus creaciones, colocando algunos por encima y delante de otros. Por ejemplo, Allah invita a la totalidad de la humanidad a la verdad, pero conduce algunos a responder a la invitación, mientras otros son dejados atrás. Allah crea todos los seres humanos como Musulmanes; algunos hacen realidad su Islam, su entrega, mientras otros son relegados. Allah ha hecho que ciertas cosas sean legítimas y otras ilícitas para todas los hombres. El ha conferido a algunos capacidad discriminativa, éstos se apoyan en su Ley y progresan. Otros son pisoteados.
Allah favorece algunos de sus servidores por medio del tranquilo amor hacia ellos que El crea en los corazones de la gente, y a otros por medio de estridentes aclamaciones y aplauso. Hay grandes reyes cuyas muertes fueron celebradas por sus pueblos con alegría. Hay hombres humildes cuyas partidas el mundo lloró. El creyente sabe que no obstante será Allah el que promueve a quien El dispone, El ha prescripto también leyes de acción para nosotros. Si no hacemos nada y somos perezosos, el desenlace es la pobreza, la estrechez, las dificultades y el dolor. Si nuestro esfuerzo es tras fortuna y fama, el dinero será gastado en la bebida, el juego, la degradación. La conclusión de ello será nuevamente penurias, la escasez y el sufrimiento.
El hombre debe colocar su ser en armonía con Allah al-Muqaddim, trabajar de acuerdo con Sus leyes y progresar. Si la meta es lograr lo bueno de este mundo por medios leg¡timos, y si Allah no permite al servidor hacerse rico, no obstante que lo intente esforzadamente, en última instancia, Allah sabe mejor. Quizás esta aceptación constituya un progreso aún más importante que adelantar en la riqueza. Porque la medida de la verdadera prosperidad es el grado de nuestra cercanía a Allah.
" 'Abd al-Muqaddim " es el que Allah mantiene en el primer rango desde todos los aspectos. Allah también le confiere el control sobre los que van a ser adelantados y sobre los que han sido promovidos.
Allah promueve a los elegidos entre Sus creaciones, colocando algunos por encima y delante de otros. Por ejemplo, Allah invita a la totalidad de la humanidad a la verdad, pero conduce algunos a responder a la invitación, mientras otros son dejados atrás. Allah crea todos los seres humanos como Musulmanes; algunos hacen realidad su Islam, su entrega, mientras otros son relegados. Allah ha hecho que ciertas cosas sean legítimas y otras ilícitas para todas los hombres. El ha conferido a algunos capacidad discriminativa, éstos se apoyan en su Ley y progresan. Otros son pisoteados.
Allah favorece algunos de sus servidores por medio del tranquilo amor hacia ellos que El crea en los corazones de la gente, y a otros por medio de estridentes aclamaciones y aplauso. Hay grandes reyes cuyas muertes fueron celebradas por sus pueblos con alegría. Hay hombres humildes cuyas partidas el mundo lloró. El creyente sabe que no obstante será Allah el que promueve a quien El dispone, El ha prescripto también leyes de acción para nosotros. Si no hacemos nada y somos perezosos, el desenlace es la pobreza, la estrechez, las dificultades y el dolor. Si nuestro esfuerzo es tras fortuna y fama, el dinero será gastado en la bebida, el juego, la degradación. La conclusión de ello será nuevamente penurias, la escasez y el sufrimiento.
El hombre debe colocar su ser en armonía con Allah al-Muqaddim, trabajar de acuerdo con Sus leyes y progresar. Si la meta es lograr lo bueno de este mundo por medios leg¡timos, y si Allah no permite al servidor hacerse rico, no obstante que lo intente esforzadamente, en última instancia, Allah sabe mejor. Quizás esta aceptación constituya un progreso aún más importante que adelantar en la riqueza. Porque la medida de la verdadera prosperidad es el grado de nuestra cercanía a Allah.
" 'Abd al-Muqaddim " es el que Allah mantiene en el primer rango desde todos los aspectos. Allah también le confiere el control sobre los que van a ser adelantados y sobre los que han sido promovidos.
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