viernes, 23 de noviembre de 2007

A L - H A D I

Allah es el que crea la guía, conduciendo a Sus servidores al bien, a la generosidad y la satisfacción de sus necesidades.
El guía primero a Sus mejores servidores al conocimiento de Su esencia. Luego El guía sus otros buenos servidores a contemplar en su creación las cosas que manifiestan Sus atributos. El guía cada criatura hacia aquello que le es necesario para su existencia.
Allah dice en la Surah Ta-Ha, v.50 (20:50)
Nuestro Señor es El que da a cada cosa su naturaleza, luego
la guía (al conocimiento, para satisfacer sus necesidades).

El resultado de esta guía es la fe. Lo opuesto de la guía es el ser conducido al desvío, cuyo resultado es la infidelidad.
El hombre está hecho como los platillos de una balanza. Tiene el potencial para ir hacia un lado o hacia el otro. Por lo tanto para que se mueva hacia el costado de la fe o hacia el costado de la infidelidad, ha de haber algún peso colocado, ya sea en uno de los platillos de la balanza, o en el otro. Allah es el único que ha creado la guía y la desviación. El es el creador de las causas de la fe, que deleita el corazón, y de la infidelidad, que deleita al ego.
El deleita a quienquiera que El desea y conduce al desvío a quienquiera que El desea.
Nadie puede conducir al desvío a quien haya bien sido guiado por Allah. Y nadie puede conducir al recto sendero al que Allah ha desviado. Pero Allah no conduce a su servidor al desvío por la fuerza o sin motivo. El conduce al hombre a la perdición solamente cuando él mismo malogra su voluntad y torna su potencial hacia la infidelidad.
Sin embargo, en el hombre, la fe es esencial, fundamental. La infidelidad, por el contrario, es solo incidental y accidental.
La fe es esencial en el hombre. Allah reunió las almas antes de la creación en el reino de los espíritus y les preguntó, "¨No soy Yo
vuestro Señor?" y todos nosotros contestamos, "­Sin duda!" Así es que nuestras almas tienen un pacto con Allah. Podemos no recordar la promesa de nuestras almas, pero ello no invalida el pacto. Este acuerdo con Allah antes de nuestra creación, constituye el motivo por el que Allah nos guía, y la razón de los dones para cada alma. El nos ha concedido un cuerpo perfecto para vivir en él, sustento para el mantenimiento de ese cuerpo, y una mente para percibir cosas que nos recuerden Su existencia y nuestro pacto con El. El nos ha dado los Libros, los Mensajeros, los profetas y santos y hombres de conocimiento, para recordar, para enseñar, para confirmar este convenio. A medida que el hombre lo desea, que es su voluntad, y que permanece en él, la guía de Allah siempre aumentará.
El que es bien guiado, conoce la verdad, la respeta y la acepta. Preferirá la muerte antes que la aplicación de la falsedad, que constituye injusticia y tiranía. Aún si tuviese interés, fuerzas, y apoyo para ir en contra de la verdad, no lo haría. El dice únicamente la verdad, la escucha, vive por ella y por ella muere. Ese es el bien guiado.
" 'Abd al-Hadi" es el servidor de Allah que ha recibido la respuesta a su plegaria (Fatiha, v.5, -1:5- ), "Guíanos por el recto sendero"
El sabe el secreto del bello nombre de `al-Hadi', y así se hace un instrumento para la salvación del hombre. El ha sido encargado de hacer cumplir la verdad: aquello que Allah ordena, y aquello que Allah prohibe.

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